La conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de Nación está llegando a su fin, pero todavía no se asoma la resolución de la paritaria vencida en agosto de los trabajadores petroquímicos de Pampa Energía. En medio de las reuniones, la presencia de uniformes verdes llamó la atención de los trabajadores. 

Mientras en Buenos Aires se planteaban gestiones para buscar soluciones al inminente conflicto que comenzarán los obreros en caso de no llegar a un acuerdo, el mensaje en el cordón industrial los alertó: Prefectura naval “llenó la oficina de Recursos Humanos”. 

Mauricio Brizuela, Secretario General del SOEPU, entre sorprendido y molesto apuntó a IRÉ: “Estamos complicados llegando al fin de una conciliación obligatoria. La empresa no solamente mantiene su tesitura e intransigencia sino que ahora está militarizando la planta. Esta entrando gendarmería con armas y bastones”.

Reclamó que la decisión se llevó en paralelo a la negociación: “Los mandaron sin que nosotros estemos enterados. Con nosotros no hablan”. El clima se enrarece y la decisión de efectuar una medida de fuerza se torna cada vez más fuerte.