Una desgarradora tragedia tuvo lugar días atrás en Centeno, donde un aguará guazú fue atropellado en la ruta. Había sido rescatado en Olavarría durante noviembre de 2023 y regresó a la naturaleza a mediados de 2024, luego de un enorme trabajo de rehabilitación. Llevaba consigo un dispositivo que permitió conocer su recorrido de más de 1300 kilómetros, clave para el estudio de la especie bajo amenaza. Lamentablemente su aventura fue truncada por una de las principales amenazas para la fauna silvestre: Un accidente de tránsito.

Eran días que habían sido esperados con ansias. Luego de meses de duro trabajo, de paciencia y cuidados, el cánido finalmente estaba disfrutando de su libertad, de su lugar. Había regresado a la naturaleza hacía unos ocho meses, tras pasar por un proceso de rehabilitación en el Centro de Recuperación de Especies de Temaikén (CRET).

Allí le habían colocado un dispositivo de monitoreo satelital que permitió a sus rescatadores seguir sus pasos. Según pudieron verificar a través del aparato, el aguará llegó a recorrer más de 1300 kilómetros por las provincias de Buenos Aires y Santa Fe.

Pasó por lagunas, islas y hasta se acercó a ciudades, pero su aventura terminó cruelmente hace unos días en la región, más precisamente en una ruta de la localidad de Centeno, donde un coche irrumpió en su camino y tras un brusco impacto, el animal quedó tendido en el asfalto y sin vida.

El animal había sido rescatado, rehabilitado y devuelto a su hábitat

El trágico aviso llegó rápido a los rescatistas. Fue clave la respuesta de los trabajadores comunales y de su presidente, junto con Ambiente de Santa Fe y la asistencia de la Guardia Rural Los Pumas. Quienes tiempo atrás le habían devuelto la esperanza al animal, ahora debieron despedirse de él, impotentes ante la desgracia ocurrida. Su cuerpo finalmente fue trasladado al Museo Provincial de Ciencias Naturales Ángel Gallardo, ubicado en Rosario, donde será estudiado.

Desde Fundación Temaikén enfatizaron que “el atropellamiento es una de las principales amenazas para la fauna silvestre” e indicaron que “respetar la señalización y reducir la velocidad en zonas de cruce de animales puede marcar la diferencia”.

“El atropellamiento es una de las principales amenazas para la fauna silvestre. Eespetar la señalización y reducir la velocidad en zonas de cruce de animales puede marcar la diferencia”

“Tanto esfuerzo no puede perderse en el asfalto”, lamentaron y sostuvieron: “Seguimos trabajando para que más aguará guazú tengan una nueva oportunidad. Pero cada vida cuenta y si no cambiamos, más animales van a enfrentar el mismo destino”.

Vale destacar que el regreso del cánido a la naturaleza a mediados de 2024, tras ser rescatado durante noviembre de 2023 en Olavarría, fue un trabajo en conjunto entre autoridades municipales, el Bioparque La Máxima, Bomberos locales y la Dirección de Flora y Fauna del Ministerio Desarrollo Agrario. También acompañaron miembros del Instituto de Ecología, Genética y Evolución UBA- CONICET GISaE, Prefectura Naval Argentina y Zoo Conservation Outreach Group, de acuerdo indicaron desde la Fundación Temaikén.

El animal había sido rescatado, rehabilitado y devuelto a su hábitat

Un monumento natural santafesino en peligro

Según datos recopilados por la Dirección de Manejo Sustentable de Fauna Silvestre, en los últimos siete años, 211 ejemplares de aguará guazú han muerto en accidentes viales, lo que representa un alarmante 91 % de las muertes de esta especie. Las estadísticas son contundentes: apenas el 0,9 % de los animales atropellados logra ser rehabilitado y liberado nuevamente en su hábitat natural, mientras que el 93% fallece en el lugar del accidente. No es la única especie afectada por esta grave problemática.

El exceso de velocidad en rutas es una de las principales causas. Respetar las velocidades máximas y reducir la velocidad en zonas de cruce de animales no solo permite que nos cuidemos y evitemos siniestros, sino que también permitiría evitar atropellamientos de fauna.

El animal había sido rescatado, rehabilitado y devuelto a su hábitat

Recuperaron el monitoreo

A partir de un trabajo conjunto entre el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la provincia de Santa Fe y la fundación Temaikén, esta semana se realizó con éxito un operativo para recuperar un collar de monitoreo satelital de un aguará guazú fallecido. El valor del hallazgo radica en que este dispositivo es clave para generar información que permite aumentar el conocimiento de la especie y para el cuidado de la biodiversidad. 

Al recuperar el collar pudo saberse que este ejemplar de aguará guazú, que había sido rescatado en Olavarría (Buenos Aires) y reinsertado en la naturaleza hace 8 meses, recorrió más de 1.300 km por diversas regiones de Buenos Aires y Santa Fe. Su monitoreo brindó información valiosa sobre sus movimientos y adaptación a diferentes ecosistemas, incluyendo lagunas e islas, así como zonas cercanas a ciudades como Rosario, Venado Tuerto y San Nicolás.

Tras el accidente, la intervención inmediata de la comuna de Centeno permitió la recuperación del collar de seguimiento, una herramienta fundamental para la investigación y conservación de la especie. El Ministerio de Ambiente y Cambio Climático, alertado de este hecho, participó en la coordinación del operativo junto a la Guardia Rural “Los Pumas”, fuerza que se encargó del traslado del ejemplar hasta el Museo Provincial de Ciencias Naturales “Ángel Gallardo” de la ciudad de Rosario, donde será objeto de estudio. El collar recuperado será entregado a las autoridades de la Fundación Temaikén.

El aguará guazú es una especie emblemática, monumento natural de la provincia de Santa Fe, cuya conservación es una prioridad. Las principales amenazas que enfrenta incluyen atropellamientos, caza, mascotismo y enfermedades. La pérdida de un individuo nos impulsa a reforzar estrategias de protección, concientización y planificación de medidas efectivas para minimizar los riesgos en rutas y áreas de tránsito de fauna silvestre, se destacó desde el ministerio de Ambiente de Provincia.