En respuesta al aumento de casos de viruela símica en Rosario, el Centro de Tecnología en Salud Pública (CTSP) de la facultad de Bioquímicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) inició un programa de diagnóstico mediante pruebas PCR. Esta innovación permitirá confirmar o descartar contagios de manera efectiva en la región. Los testeos se llevarán a cabo en el hospital Centenario y otros centros de salud provinciales, siempre a partir de la evaluación de un profesional de salud que identifique a un paciente como sospechoso. Las muestras recolectadas serán enviadas al laboratorio de alta complejidad ubicado en la sala 9 del Centenario, donde se llevará a cabo el análisis técnico.
La viruela símica, enfermedad zoonótica similar a la viruela, puede transmitirse de varios animales a los humanos y también de persona a persona. Actualmente, en Rosario se registraron dos casos confirmados, y aunque no se reportaron fallecimientos, las autoridades de salud hacen un llamado a la población a mantener precauciones. Entre las medidas recomendadas se destaca la importancia de la identificación temprana de síntomas y el aislamiento de personas afectadas.
La transmisión del virus puede ocurrir a través del contacto cercano con lesiones cutáneas o mucosas de una persona infectada, así como mediante el contacto con objetos contaminados. Específicamente, se aconseja a las personas que presenten síntomas, como fiebre, linfadenopatías o la aparición de lesiones cutáneas dolorosas, que consulten de inmediato a un centro de salud. Quienes sean considerados casos sospechosos deben someterse a un aislamiento estricto y seguir medidas preventivas, como el uso de barbijo y evitar el contacto cercano con personas vulnerables.
El diagnóstico de la viruela símica se realiza mediante la detección de ácidos nucleicos del virus, utilizando una técnica denominada PCR en tiempo real. Este es un proceso esencial para controlar la propagación de la enfermedad, ya que permite la identificación exacta de casos confirmados. Se recomienda que las muestras sean recolectadas de lesiones cutáneas, lo que incluye hisopados tanto de contenido vesicular como de costras, garantizando así un diagnóstico certero.
Si bien se estima que la vacunación contra la viruela común podría ofrecer una cierta inmunidad cruzada, en Argentina el programa de vacunación contra esta enfermedad se interrumpió en 1978. Sin embargo, actualmente hay vacunas específicas para la viruela símica en desarrollo y aprobadas en otros países, lo que abre la posibilidad de avanzar en la lucha contra esta enfermedad. Así, el desafío ahora es no solo diagnosticar, sino también prevenir su propagación a través de la información y la educación pública, cuidando así la salud de toda la comunidad.