El mes próximo, todos los haberes del sistema general de la Anses tendrán una recomposición del 11%, lo que elevará el mínimo a $190,141.6. A esto se le sumará un bono de $70,000 para los jubilados de mínimos ingresos, lo que llevará el total a percibir por este sector a $260,141.06. Esta suma representa un aumento del 7.81% con respecto al mes de abril.
Esta decisión se basa en la variación que tuvo el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en marzo, según datos proporcionados por el Indec. Se espera que, al conocerse la inflación de abril, se puedan calcular los valores para el mes de junio. Por decreto, el gobierno dispuso que los haberes jubilatorios se ajusten mensualmente basándose en la inflación del segundo mes previo, además de un plus inicial del 12.5%.
Si bien estos bonos y recomposiciones buscan compensar el impacto de la inflación en los haberes jubilatorios, los abuelos siguen enfrentando dificultades para cubrir una canasta básica y los gastos propios. Según la Defensoría de la Tercera Edad, la canasta básica para el sector de jubilados alcanza los $685,041, una cifra que aún está lejos de alcanzar para muchos beneficiarios.
El esquema de pagos continuará de la misma manera en los meses siguientes, con el cobro de $70,000 para quienes tengan ingresos mínimos y para aquellos que superen los $190,141.6, recibirán un adicional equivalente para completar los $260,141.6.
Anses oficializará este nuevo esquema previsional en julio, basado en ajustes mensuales de acuerdo a la inflación del segundo mes previo.