Otra vez la comunidad de Díaz se encuentra conmocionada en el marco del caso del asesinato del abuelo Lelio Chilliutti. A más de dos años, no hay detenidos ni acusados por el homicidio. Los resultados de las pericias arrojaron resultados negativos. La única imputada, por encubrimiento agravado, recuperó la libertad poco después y ahora la condición de “no regresar” a la localidad debió reverse por estar en situación de calle.
N.L fue vista en los últimos días en el pueblo del departamento San Jerónimo y conmocionó a los vecinos que luchan para esclarecer el asesinato de Lele. Al día siguiente del terrible episodio en el que el anciano murió producto de un feroz ataque, se realizó un allanamiento que la vinculó con el caso.
Allí detectaron que tenía en su poder electrodomésticos del abuelo y quedó detenida. Con el avance de la investigación, ella se desvinculó del hecho y asumió que había encontrado los elementos cuando estaba realizando tareas de limpieza en la calle. En ese contexto la fiscalía la imputó por “encubrimiento agravado”. La única condición que pesaba efectivamente sobre ella era la de evitar regresar a la localidad.
Situación que rompió horas después de la libertad, pero terminó viviendo en un pueblo vecino donde fue imputada por hurto en un confuso episodio con un hombre de la tercera edad. Quedó detenida y al recuperar la libertad detalló en la justicia que no tiene dónde vivir, y ante la presunción de la inocencia y al dar negativo en las muestras de ADN recopiladas en la escena del crimen, fue concedido una revisión en el primer acuerdo y se le permitió que regrese a su vivienda materna.
Lelio Chilliutti fue asesinado a golpes en su casa de San Luis y Lehmann el 14 de junio de 2019. Tenía 82 años y era un vecino muy querido por la comunidad. Motivados por el pedido de justicia, sus amigos comenzaron a salir a manifestarse diariamente y se los conoce como “Los locos de las marchas”.