Para seguir interpelando y que la causa quede en vigencia, además de las periódicas manifestaciones, los vecinos de Díaz colocaron pasacalles en distintos puntos de la localidad. Además, convocaron al fiscal que lleva adelante la causa para reunirse junto a un profesional para obtener alguna certeza en cuanto al ámbito legal, pero hasta el momento no recibieron respuestas.
En diálogo con IRE, el vecino Ramón Díaz, manifestó: “Marchamos todos los días para hacer saber lo que sentimos, no paramos, ni vamos a parar. Somos un grupo unido que quiere vivir en paz, con justicia y seguridad en el pueblo. Vamos a seguir adelante sin importar los días que tengamos que estar, porque cada vez somos más fuertes”.
Ante las conjeturas, que acusan a vecinos de “hacer política en contra del presidente comunal”, el vecino fue contundente y sostuvo que no hacen política partidaria. En ese sentido remarcó: “Solo queremos justicia por Lele y seguridad para el pueblo. Los comentarios están muy equivocados”.
“Esto lo hago por mi viejo que tiene 89 años, está solo y no sabemos puede ser el próximo Lele. Los que piensan así, ojalá se den cuenta que tienen que luchar por seguridad y justicia, no por ver quién hace política en contra de quién”, enfatizó.
En cuanto a los pasacalles, Simi comentó que seguirán colgando carteles en la localidad para concientizar y resaltar el pedido por justicia y paz en la localidad, y agregó: “Esto nos cambió la vida a todos, y si los culpables no van presos qué futuro le damos a nuestros hijos y nietos”.
Refiriendo al malestar que les ocasiona que la causa no avance, expresó: “Dónde están las pruebas contundentes que dicen tener si no están presos los asesinos. Somos un grupo de gente humilde, si tuviéramos dinero pagaríamos un abogado querellante penalista y hacemos fuerza para que el fiscal haga lo que tiene que hacer, pero no podemos y pareciera que la justicia se burla de nosotros. Vivimos con los asesinos dentro del pueblo”.
El reclamo continuará a diario como desde hace 54 días. Para el sábado, proponen volver a instalar la carpa, y concluir el domingo con una caravana para seguir pidiendo justicia por el abuelo asesinado.