Luego de que IRE visibilizara la necesidad de calzado que manifestaban desde Caritas en Diaz, el presidente comunal de Serodino Juan Pio Drovetta envió pares de zapatillas S, de la producción comunal y ayer llegaron a destino. La solidaridad como protagonista de la unión entre pueblos. 

La calurosa tarde de ayer no impidió que, como todos los jueves, Silvia y Sandra asistan a la iglesia Santa Rosa de Lima frente a la plaza central de Diaz a realizar su misión de organizar, poner a punto y entregar ropa en Caritas. 

Hace unos años atrás, cuando el Padre Fernando llegó, encontraron una habitación llena de ropa. Decidieron un plan por etapas, que se focalizó en el orden y la limpieza, con un objetivo claro de evitar que las donaciones “queden estancas”. La premisa es que “Quizas allí no son necesarias pero alguien más puede usarlas”. 

Así todo comenzó a circular. El grupo de colaboradoras se reunieron cada semana: Acondicionaron los estantes, cambiaron cierres, lavaron y con aquellas prendas que ya no estaban aptas para usar las reconvirtieron, con un poco de paciencia y mucha destreza, en frazadas. 

Hoy todo está reluciente para que quien acude detecte rápidamente lo que necesita. Luego de superar el aislamiento y las restricciones de la pandemia volvieron a abrir con protocolos. Y preparan una enorme donación para Coronda, donde los espera un cura párroco que fue parte de la comunidad años atras. 

En ese contexto, llegaron las zapatillas S. “Generalmente las donaciones son de números chicos y después se complica”, explicaron. Los pares producimos por manos serodinenses no tardaron en encontrar su lugar para que las coordinadoras busquen sus destinatarios. Con una sonrisa enorme, las mujeres agradecieron el gesto. 

Luego, abrieron todos los ambientes de la construcción lindera a la iglesia. Allí, con dinero de las recaudaciones de Caritas también reformaron una habitación, una sala para la ropa, crearon una oficina y un salón de estar con cocina. Por si algún misionero o nuevo sacerdote llega con intenciones de pasar la noche. Todo está restaurado y es muy cálido. Resta la construcción del baño, para el que están juntando recursos y donaciones. 

“Acá los recibimos a todos y buscamos la manera de ayudar”, explicaron las diences. Todos los jueves Caritas está abierto al público o podes acercarte en cualquier momento a la parroquia. Orgullosas confiaron también que el Obispo ya visitó el lugar dos veces. “Lo imortante de estos espacios es la evangelización a través de la caridad”, cerró el Padre Fernando.