Los sueños se cumplen. Marcelo Arichuluaga, sanlorencino que actualmente vive en la vecina localidad de Aldao, es un deportista que con 37 años participó del Campeonato Mundial de Triatlón en Hawáii. Es la primera vez que un triatleta de la región, alcanza la máxima instancia en esta disciplina.

Arichuluaga practica el deporte desde hace más de 20 años; incluso allá por los años 90 fue parte del Seleccionado Argentino, lo que le permitió llegar a países tales como Estados Unidos, Australia, Suiza y Centroamérica. En el año 2000, cuando la situación económica y social del país se volvió compleja, el sanlorencino decidió emigrar a Europa donde estuvo 11 años. Pese a ello, nunca dejó la actividad. Al regresar, se propuso alcanzar el Ironman de Hawaii.  

“Para llegar al Ironman, clasifiqué antes en Florianópolis, Brasil. Fue muy especial porque era la primera vez que un triatleta clasificaba a esta instancia. Se me dió este año y participé”, dijo con alegría el deportista, esta mañana en diálogo con IRE. Lamentablemente, Arichuluaga no pudo llegar a Hawaii de la mejor forma ya que dos meses antes, sufrió una lesión en un pie que le impidió entrenar arduamente carrera. “Reforcé natación y ciclismo donde realmente tuve muy buenas actuaciones, pero no tuve una buena carrera y la realidad es que no estoy conforme con mi performance pero sabía que podía pasar porque no estuve bien preparado”, se lamentó.

El Ironman, que combina tres disciplinas, natación, ciclismo y carrera en dicho orden, reunió a 2400 triatletas del mundo y allí estuvo Marcelo Arichuluaga representando a la Argentina y, sobre todo, a la región. “A los que practican un deporte les digo que los sueños se hacen realidad; el deporte enseña a vivir, hay que practicarlo con pasión y con mucha diversión, no hacerlo por obligación”, expresó.

De hecho, él entrena los siete días de la semana, un promedio de tres horas diarias. “En mi vida primero está la familia, luego el trabajo y en los tiempos libres el entrenamiento. Mínimo debo dedicarle dos horas diarias y, como máximo, seis horas”, explicó el muchacho.

Antes de conluir, agradeció el apoyo de las empresas que lo auspiciaron, le agradeció también a la Cooperativa de Trabajo Portuario, lugar donde se desarrolla profesionalmente y a la Municipalidad de San Lorenzo.