Este domingo, un piloto de la región levantará el trofeo del TC 4000 que se disputa en Victoria, provincia de Entre Ríos. Una diferencia de tan sólo 6.5 puntos separa al corredor de Oliveros, Boris González, que está puntero, del piloto clarkense, Leonardo “nano” Crucianelli.
El fin de semana, doce pilotos correrán en la última fecha del torneo; sin embargo, sólo González y Crucianelli tienen la posibilidad de subirse al podio al término de la última vuelta. Crucianelli tiene hoy más exigencia que González, será él quien deba salir a buscar el torneo.
“Estamos trabajando mucho, en el auto sobre todo, deseando lograr el objetivo y si no, se seguirá trabajando mirando hacia adelante. Comencé hace mucho tiempo atrás y me llevó muchos años llegar hasta acá, fuimos creciendo poco a poco, mejorando el auto y también el equipo. Las expectativas son muchas, pero vamos a ir con tranquilidad”, indicó el piloto de Oliveros, esta mañana en diálogo con IRE.
Y con mucha emoción, dijo que de concretar el objetivo y consagrarse, por primera vez, Campeón del TC 4000 de Victoria, el triunfo iba a ser dedicado a su equipo, a su familia y sus sponsor que siempre lo habían apoyado.
IRE también viajó a Clarke para dialogar con el otro piloto, con “nano” Crucianelli. “Estamos preparándonos para llegar bien al domingo; estamos trabajando, afinando todo lo mayor posible para hacer una buena carrera. Acá haremos todo lo posible para ser el uno”, indicó Leonardo Crucianelli, en diálogo con este medio. “No me esperaba llegar a esta instancia, pero se fue dando todo y hoy estoy muy contento, realmente muy feliz. Además tengo mucho acompañamiento de la gente de Clarke que siempre me va a ver”, dijo con alegría el piloto clarkense.
Crucianelli compitió cuando tenía 18 años y luego, regresó y participó de dos careras más. Pero luego de 20 años en suspenso, regresó el año pasado y hoy, peleará con el oliverense González, el podio del TC 4000. “El año pasado comencé este sueño, impulsado por mi hermano y mis amigos. Fui a ver un auto, me gustó y lo compré y así arranqué, con un auto desconocido. Nunca creí que llegaríamos hasta acá”, expresó con sinceridad.
El equipo de Crucianelli está conformado en su mayoría por su entorno familiar, que lo acompaña carrera tras carrera en este sueño. “Haber regresado fue espectacular, increíble. Imagínense cómo habré estado, que luego de la primer carrera, a la noche tuve 18 calambres”, comentó entre risas Crucianelli y añadió: “Después de tanto tiempo el cuerpo estaba duro y yo estuve muy tensionado, ahora ya estoy más tranquilo, indicó”.
El domingo, el TC 4000 de Victoria tendrá una final apasionante, vibrante y lo más importante de todo es que el Campeón, será de la región. González primerea con su auto Chevrolet, pero Crucianelli, con el Ford Falcon no se que dará atrás. Que gane el mejor.