¿Será muy difícil encontrar similitudes entre dos nacimientos de trillizos, vinculados directamente con el club de los amores de su padre o padres? Puede ser. Ya de por sí el parto de tres bebés en el mismo embarazo es poco probable. Se da uno cada 4.000 para criaturas no idénticas y uno cada 6 nacimientos de trillizos para bebés idénticos.

Esta semana una de las noticias más llamativas fue de por sí la llegada a este mundo de tres pequeñas, en la Maternidad Martin, de Rosario, pero más peculiar resultó el nombre que les pusieron a cada una de ellas: Alma, Auri y Azul, en clara alusión a Rosario Central, club del que los padres son hinchas. En realidad, el papá le iba a poner los tres nombres a su nueva hija pero resultó un trío natal. Las chiquitas nacieron sanas, con dos kilos y fracción de peso, fueron derivadas a sala de neonatología por precaución, y la gestación duró 35 semanas por lo que hubo que programar cesárea. Las bebas se suman a los tres varones de 9, 11 y 18 años, desde ahora sus hermanos mayores.

Trillizos canallas corondinos

Sin embargo, ya hay un antecedente similar en la región. En Coronda, el 6 de setiembre de 2012 nacieron Juan Ignacio, Octavio y Lucía Flury, hijos de Gabriela Cáceres y de Gustavo Flury. Si en Rosario causó revuelo un alumbramiento triple, imagínense en esta ciudad de 23.000 habitantes, donde el anterior caso databa de un par de décadas atrás con los hermanos Ferrer.

La familia se completa con Ezequiel, un hijo mayor de Gabi, confesa hincha de Colón. Los chicos, merced al fanatismo de papá Gustavo, son hinchas y socios del canalla y asiduos concurrentes al Gigante de Arroyito, a pesar de que las influencias futbolísticas corondinas van más por el sabalero, el tatengue, Boca o River.

Trillizos canallas corondinos

Y el colmo resulta que el periodista que escribió esta noticia también es fanático auriazul, “desde mi más tierna edad” como canta Fito Páez, y amigo de años del triple papá centralista, lo que envuelve este informe en una hermosa subjetividad de pasiones.

Trillizos, el fútbol, y el amor por una misma camiseta, dos casos difíciles de hacer coincidir pero que IRÉ logró conectar en tierra frutillera.

Trillizos canallas corondinos