El panorama de Vicentin se vuelve cada vez más crítico, luego de que la Justicia decidiera intervenir nuevamente la empresa por un plazo de 120 días. La resolución judicial llega en respuesta a los reclamos gremiales de los trabajadores, quienes denuncian la falta de pago de salarios y las serias dificultades financieras que enfrenta la compañía. La medida, dictada por el juez Fabián Lorenzini, busca garantizar el control de la administración mientras se intentan resolver los problemas de liquidez que afectan a la agroexportadora.
En paralelo a la intervención judicial, el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) inició una huelga total en las plantas de Ricardone y San Lorenzo. Los trabajadores exigen el pago completo de los salarios de febrero, de los cuales solo se abonó el 30%. Ante la falta de respuestas de la empresa, el gremio advierte que podría extender la medida de fuerza a nivel nacional si la Federación de Aceiteros se adhiere al paro, lo que podría paralizar el sector aceitero en su totalidad.
El conflicto no solo está relacionado con los pagos atrasados, sino que también refleja los serios problemas operativos de Vicentin. Fuentes de la empresa señalan que la falta de materia prima para procesar es uno de los mayores obstáculos. Las negociaciones con proveedores de granos como ACA, Bunge y Viterra, que anteriormente le proveían de materia prima bajo acuerdos de fason, se complicaron aún más después del reciente fallo de la Corte Suprema de Santa Fe. Este fallo anuló la homologación de su acuerdo preventivo de crisis, generando incertidumbre en las posibilidades de recuperación de la empresa.
Además, la decisión judicial abre nuevas posibilidades para que otros grupos inversores presenten propuestas para adquirir la empresa. Sin embargo, la falta de acuerdos con los principales proveedores de granos, junto a las dificultades para acceder a los fondos necesarios para pagar los salarios adeudados, mantiene a Vicentin en una situación sumamente complicada. La intervención judicial podría ordenar medidas puntuales para intentar aliviar la crisis, pero la situación operativa de la firma sigue siendo incierta.
En este contexto, el futuro de Vicentin parece estar en juego, y la resolución de este conflicto dependerá de la capacidad de la empresa para lograr acuerdos con sus acreedores y proveedores, así como de la intervención judicial, que podría definir el destino de la agroexportadora en los próximos meses. Nueva Intervención Judicial y Paro en las Plantas de Ricardone y San Lorenzo