Un hombre y sus dos hijos de 8 y 10 años debieron ser internados en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria al intoxicarse con monóxido de carbono. Estaban utilizando un horno para calefaccionarse en su casa de Capitán Bermúdez.

Todo ocurrió en una vivienda de Chacabuco al 400, en Villa Margarita. Por las bajas temperaturas, la familia estaba utilizando el horno de una cocina para calefaccionarse en un ambiente cerrado, indicaron Bomberos Voluntarios de la localidad.

También señalaron que en el lugar también habían prendido fuego con una leña en un tacho. El monóxido de carbono empezó a concentrarse en el interior y tanto los niños como el padre comenzaron con cefaleas, náuseas y malestar general.

En consecuencia, debieron ser trasladados al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. Además de Bomberos Voluntarios, trabajó en el lugar el móvil del Sies y el comando radioeléctrico.

“El horno y las hornallas de la cocina no están diseñados para calefaccionar el hogar”

La combustión de los equipos de calefacción genera monóxido de carbono, que se concentra peligrosamente en los ambientes mal ventilados. Es altamente tóxico y, al no ser percibido, puede dejar graves secuelas. Incluso, inhalar este veneno puede llevar a la muerte. Se desprende al aire cuando se quema de forma incompleta el gas (natural o de garrafa), kerosene, leña, alcohol o cualquier sustancia orgánica.

Las recomendaciones básicas son:

– Ventilar: siempre mantener una abertura que permita el libre ingreso de aire fresco y limpio del exterior, así como salidas de los gases tóxicos al exterior.

– Airear periódicamente los ambientes para permitir el recambio de aire interior y disminuir las concentraciones de gases producidos por el funcionamiento de los artefactos de calefacción.

– Controlar el normal funcionamiento de los artefactos de calefacción: observe que las llamas sean de color azul y que las chimeneas estén conectadas al exterior y libres de obstáculos. Controlar que los conductos no estén deteriorados o que tengan pérdidas.

– Un gasista matriculado debe revisar el buen funcionamiento de todos los artefactos a gas de la casa, así como sus conexiones y ventilación.

Sugerencias:

– El horno y las hornallas de la cocina no están diseñados para calefaccionar el hogar.

– Los calefones no deben instalarse en el interior de baños o ambientes mal ventilados.

– Apagar todos los artefactos de combustión a llama abierta (estufas) antes de ir a dormir.

– Encender y apagar estufas a kerosene o braseros siempre en el exterior de la vivienda. Nunca hay que dejarlos encendidos a la hora de dormir.

– Revisar estufas y sus conexiones al exterior.

¿Cómo se produce la intoxicación por monóxido de carbono?

Al respirar normalmente, se inhala el monóxido de carbono en forma desapercibida, por no tener olor, color y no ser irritante. Al ingresar a los pulmones, pasa a la sangre, donde se une fuertemente a la hemoglobina de los glóbulos rojos, impidiendo que estos lleven normalmente el oxígeno a órganos vitales como el cerebro, el corazón y otros, afectando su normal funcionamiento y causando un severo daño por falta de oxígeno.

Síntomas de intoxicación

  • Dolor de cabeza, acompañado de náuseas o vómitos.
  • Mareos, acompañados de cansancio, pesadez, letargo o estado de confusión y torpeza.
  • Desmayos o convulsiones
  • Ante la presencia de cefalea, náuseas, vómitos y mareos en los días fríos, no le echemos la culpa a una comida o que algo cayó mal. Primero hay que descartar que no sea una intoxicación por monóxido de carbono.

Ante cualquier síntoma de intoxicación, actúe con rapidez y:

– Abra inmediatamente puertas y ventanas, ventile el ambiente.

– Abrigue al intoxicado.

– Si está inconsciente, póngalo en posición de costado, para que no aspire el vómito.

– Si puede sacar al enfermo al exterior, en busca de aire puro.

– Llame a los servicios de emergencias.