La Justicia ratificó este lunes las prisiones efectivas de 17 años para Gabriel Strumia y la de seis años y medio para su esposa Roxana Michl, por haber privado de la libertad a Paula Perassi, la joven desaparecida en septiembre 2011 y cuyo cuerpo jamás apareció.
El matrimonio había sido absuelto en mayo de 2019 en primera instancia judicial por la falta de pruebas producto de la “deficiente investigación”. En la revisión de ese fallo, la Justicia dio un giro, revocó la absolución de Strumia y Michl y los consideró responsables de la desaparición de la sanlorencina, que estaba embarazada.
En un fallo dividido, el tribunal consideró al empresario como “autor penalmente responsable del delito de privación ilegítima de la libertad coactiva agravada por tratarse la víctima de una mujer embarazada”.
A su vez, Michl fue condenada a 6 años y medio años de prisión como “partícipe secundaria penalmente responsable” del mismo delito que se le achacó a su esposo.
La principal hipótesis que sostuvo tanto la Fiscalía como la querella, es que Paula fue víctima de “un plan desaparecedor” orquestado por los acusados. En ese sentido se posiciona a Strumia, amante de la víctima, como el que la convence para que saliera de su casa el 18 de septiembre de 2011, cuando fue vista con vida por última vez.
Luego, siempre de acuerdo a la idea del caso planteada por la Fiscalía, Paula fue llevada contra su voluntad en un auto por Strumia y un secretario a la localidad de Timbúes, donde le practicaron un aborto clandestino, circunstancias en la murió. La mujer, en ese momento de 33 años, cursaba un embarazo de tres meses producto de la relación extramatrimonial con Strumia. Hasta ahora, nunca se pudo encontrar el cuerpo de Paula.
Fuente: La Capital