El bajo nivel del río Paraná, que este lunes alcanzó 0,56 metros de altura en Rosario, empieza a provocar trastornos en la vida productiva, en los puertos y el tráfico fluvial en la zona del cordón industrial, donde se exporta el 75 por ciento del total de granos que produce la Argentina.

La marca de este lunes fue una de las más bajas de los últimos 30 años, los 0,56 metros de altura en Rosario registran casi 2,5 metros por debajo de la marca “normal” para esta época y afecta a una de las rutas fluviales más activas durante la cuarentena.

Según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) los puertos que se ubican desde la localidad de Timbúes y hasta Rosario recibirán este año 34 millones de toneladas de soja aproximadamente.

“La bajante genera un problema en el calado de la hidrovía, que pasó de 34 pies a 31” , según señala Guillermo Wade, presidente de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas.

Esto provoca que los buques tengan que navegar más livianos . A causa de una menor profundidad del calado del canal del Paraná, los barcos que llegan desde Europa y Asia a cargar soja, aceite y harina, no pueden completar sus bodegas en los puertos.

El otro problema son las demoras en el proceso de exportación. La bajante obliga a mayor prudencia de los pilotos y prácticos en las maniobras con los buques, en particular en los canales de acceso y pasos críticos.

La Asociación de Prácticos del Río Paraná envió una carta a la Prefectura para que autorice el uso de remolcadores en la zona de radas de Villa Gobernador Gálvez y General Alvear, al sur de Rosario, donde están las plantas de dos importantes firmas.

“El problema de la bajante genera una ralentización de todo el sistema logístico de la hidrovía, no sólo de la exportación de los puertos del Gran Rosario sino también del tráfico fluvial de barcazas que provienen de Paraguay”, advirtió el director del Instituto de Desarrollo Regional de Rosario, Juan Carlos Venesia

En ese sentido, explicó: “El tráfico fluvial es más lento, porque hay 26 pasos de navegación desde Asunción y las maniobras son cada vez más dificultosas. A esto se suma que en la zona de concentración logística, un calado menor provoca que la carga que antes iba en ocho buques ahora deba ir en nueve. Esto también genera trastornos en el sistema de transporte de los granos hacia los puertos”.

Por su parte, el secretario de Recursos Hídricos de Santa Fe, Roberto Gioria, explicó que “este fenómeno es producto de las escasas precipitaciones producidas en la cuenca superior del río Paraná y en las cuencas de los ríos Iguazú y Paraguay, que se sitúan muy por debajo de lo normal”. 

En esa misma línea el presidente de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas, Gillermo Wade, pronosticó que el problema de la escasez de agua no tendrá una corta solución.

Fuente: La Nación.