Esta semana las costas del Paraná de la empresa Bunge se tiñeron de naranja por una gran pérdida de aceite. Medio Ambiente intervino e imputó a la empresa por el daño y adujo una falla mecánica en el sistema de seguridad de la firma.
Un derrame de aceite de magnitud sorprendió esta semana en la bajada al río Paraná que tiene la agroexportadora Bunge en su sede en Puerto General San Martín.
En la madrugada del martes se produjo la aparición de la mancha dorada y comenzaron a abordar el operativo personal de la planta, del SEA y desagotadores de MD. En esta ocasión, pese a la cercanía no participó activamente Prefectura Naval Argentina.
Incluso después del mediodía los trabajos avanzaron hacia el canal San Lorenzo para que el aceite no continúe avanzando sino que pueda ser absorvido y limitar el impacto sobre el ecosistema del agua.
Desde el ministerio de Medio Ambiente confirmaron que intervinieron e imputaron a la empresa considerando que se produjo “una falla mecánica en el sistema de corte ante este tipo de contingencias”.
Lo llamativo es que eventos como este se produjeron a principios de 2017 y de 2019 en la misma firma. Si bien entonces ratificaron que se trató de productos biodegradables, llevó largas horas de trabajo de distintos organismos para contener el avance en las aguas.
Imagen principal derrame 2017 fuente El Ciudadano.
Segunda foto actual fuente MDR.
Tercera foto 2019 fuente El Ciudadano.