Su carisma con los jóvenes es indiscutido, por la mañana en el colegio Juan XXIII de Oliveros y por la tarde durante tres décadas en el Club Red Star de San Lorenzo. Carlos “Beca” Scalise llegó cuando era un muchacho y por su don de gente, más allá de que los chicos y las comisiones pasaran, logró hacerse su espacio y forjó el basquet regional. Con lágrimas en los ojos y una sonrisa grande agradeció la cena en su honor. Entre chistes y anécdotas dejó relucir su esencia y se fue por la puerta grande habiéndolo dado todo.
“Es difícil despedirse de todos ustedes”, comenzó diciendo en el micrófono al frente del salón colmado de amigos. Y más allá de que el evento era todo para reconocer el esfuerzo que hizo durante 35 años, lo primero que hizo fue hacer un agradecer: “Cuando uno le tocó venir con 19 años acá, fui contenido por esa comisión directiva. Quiero agradecer a quien me trajo al club: Al señor Pelado Raymonda. Hay que jugársela en traer un chico de 19 años que venga a una ciudad tan grande. Yo estoy totalmente agradecido de lo vivido“.
Y sin dudar contó el porqué logró sostenerse durante tanto tiempo en el club: “Hay un solo secreto: Yo me enamoré de ustedes. Me enamoré del club, de la gente, de los que estuvieron, de los que están, y de los que no están más”. Y avanzó: “Pero también tengo al lado una persona que fue jugadora de básquet. Y entiende mucho de todo esto. Y me supo contener porque sabía lo apasionado que soy. Le agradezco a mi familia, a mi señora que supo llevar todos estos 35 años. A mis hijos, por restarle tiempo”.
“Hay un solo secreto: Yo me enamoré de ustedes. Me enamoré del club, de la gente, de los que estuvieron, de los que están, y de los que no están más”
Durante las tres décadas Beca viajó a los entrenamientos en colectivo, y pese a que a muchos les llamó la atención él tiene su respuesta: “Yo disfruté mucho también de viajar en colectivo porque a la vuelta iba descansando y pensando cómo podíamos armar el equipo para todas las divisiones”.
Y sin ahondar en la despedida, el profe parafraseó a Abel Pintos: “para los 80 años no tengo que volver porque nunca me voy a ir“. En ese sentido, se comprometió a “estar siempre con ustedes. Que no vengan como entrenador, no quiere decir que no puedan venir a ver los partidos a la tribuna”.
Como reconocimiento desde Red Star lo consideraron socio vitalicio, por lo que quedará para siempre grabado en la historia del club. Aunque lo será fundamentalmente en todos los que acompaño en su proceso formativo, jugadores y familias. Felicitaciones Beca! Un orgullo oliverense.