Más allá del frío de la ventosa tarde de ayer, los vecinos de la región se concregaron en la plaza saludable de Carrizales por segunda vez para organizarse contra la instalación de la empresa Sergen SRL. Se expusieron los detalles de la reunión con el jefe comunal, se invitó a la próxima cita con técnicos de Medio Ambiente, el ex jefe comunal expuso de qué se trató la habilitación que dio su gestión. Al concluir un vecino de San Lorenzo contó una dramática experiencia de lucha con una cava a cielo abierto que se instaló a metros de su barrio. 

José Alonso, es el presidente de la vecinal de Barrio Las Quintas de San Lorenzo, y decidió presentarse para contarles en primera persona la lucha que vivieron hace meses atrás con una cava a setecientos metros del vecindario. En diálogo con IRÉ, único medio presente, Alonso reconoció: “Estamos muy contentos de participar para contar nuestro testimonio ya que claramente podemos decirles a los vecinos que los problemas en la salud se ven rápidamente”.

Precisando lo ocurrido el hombre describió: “Junto con los padres del barrio comenzamos esta lucha, hoy convivimos con una cava a 700 metros de nuestras casas. Nos empezamos a preocupar al ver que tanto nosotros como nuestros hijos teníamos problemas en la salud: teníamos nauseas, problemas respiratorios, en la vista”. 

Alonso buscó alentar a los vecinos de Carrizales y la región: “A nosotros nos costó mucho concientizar a la comunidad pero afortunadamente lo logramos. Es cuestión de entender que es perjudicial para la salud sobretodo de las generaciones futuras. En nuestra experiencia nos encontramos con muchos aprietes y hasta sobornos pero seguimos adelante. Les aconsejo que dejen de lado las diferencias politicas y piensen en sus familias”. 

En San Lorenzo, lograron finalmente clausurar la cava, pero fue un largo proceso de luchas: “En primer lugar sacamos una muestra de lo que tiraban que eran cereales en descomposición y aunque estaba habilitada para tierra y escombros encontramos hasta residuos fecales”. Y agregó: “La habilitación del Ministerio de Medioambiente no es garantia de nada, nunca controlaron”.

En primera instancia desde Las Quintas tuvieron una conquista con el cierre de la pileta, pero fue apenas la primera etapa: “Ese es sólo el primer paso ya que si bien ya no arrojan nada allí, todos esos residuos están en el aire y contaminando el ambiente. El próximo paso es que sea vaciada. Es un tema muy delicado que requiere unidad y organización”. Destacó además que por el daño generado en las napas de agua consiguieron que les hagan 300 metros de cañerías para agua potable, que no es más que un resarcimiento a un daño que permanece.