Miguel David Mesegué le dejó a Barrancas muchas historias, obras públicas y convicciones. El hombre del partido Demócrata Progresista que gobernó por casi cuarenta años la localidad es recordado por muchas de sus ocurrencias y maneras en el popular y cada 5 de marzo, al señalar el día de su deceso, resuenan las historias. 

En un día como hoy, internado en Santa Fe después de un fuerte problema cardíaco, el dirigente murió. Tenía 77 años, y había gobernado Barrancas por 38, la mitad de su vida. En ese entonces se decretaron tres dias de duelo con la bandera a medias astas. En los últimos años no faltaron los homenajes, y su historia se replica llena de anécdotas. 

En 1998 el diario La Nación visitó el pueblo para conocer al personaje que “nunca cobró un sueldo, siempre utilizó su vehículo particular para las gestiones oficiales, no hizo uso de su licencia anual de vacaciones y, cuando cada dos años llegan las elecciones, tampoco hizo campaña”. 

Miguel Mesegué, nacido en Barrancas y casado con María Teresa Novau, una vecina de la localidad de Monje, llegó a la Comuna en 1965, cuando gobernaba el país Arturo Illia, y la provincia, Aldo Tessio, ambos radicales. “Pero me he llavado bien con los otros gobiernos, hasta con los militares”, aclaró entonces ante el periodista del diario nacional. 

Y respondió ante la inquietud del porqué no cobraba su dieta: “Vivo muy austeramente. Tuve que dejar una panadería de mi padre, pero sigo con campos de mi propiedad y de mi familia. Económicamente tengo lo suficiente, aunque vivo en la casa que perteneció a mi padre. Nada de lujos. Así me enseñaron: que aún ocupando cargos públicos uno debe vivir del esfuerzo propio”.

Desde la cuenta oficial de la comuna de Barrancas en las primeras hora de hoy también lo recordaron: “En un nuevo aniversario de la partida de MIGUEL DAVID MESEGUÉ, esta Comisión Comunal y todo su equipo de trabajo, queremos recordarlo, sabiendo de su entrega para nuestra localidad, un caso emblemático de un hombre que tomó una faceta política como pasión de vida, que pudo dejar bien sentada y recordada por muchos y creemos que seguramente hoy le interesa más que se cuide la Comuna, que ofrecerle reconocimientos personales en los que nunca creyó. Nuestro saludo afectuoso a su Familia y que su partida no ponga triste a nadie, lo mejor para estos momentos es pensar la suerte que tuvo el Pueblo de tenerlo tantos años como el gran dirigente que entregó lo mejor de él: su vida”.