La Escuela de Cadetes del cuartel de Bomberos Voluntarios de Barrancas aprovechó el fin de largo para aprender y capacitarse, haciéndose presente en el Encuentro Nacional de Cadetes que se llevó adelante los días viernes, sábado y domingo en la localidad de Trapiche, San Luis. “Vivimos una experiencia maravillosa”, expresaron.

Unos 2.000 cadetes de todo el país participaron del evento que se puso nuevamente en marcha, luego del parate por las restricciones que, de manera obligada, impuso la pandemia de coronavirus. 10 fueron desde Barrancas, junto con sus instructores.

En la ciudad anfitriona, los chicos pudieron aprender y capacitarse sobre la labor de los bomberos, de una manera más dinámica y desde lo lúdico, con distintas disciplinas conforme a cada nivel.

Prácticas de rescate vehícular, simuladores de espacios confinados e incendios estructurales fueron algunas de las actividades que se realizaron a fin de que los chicos que sueñan con ser bomberos, sigan tomando conocimientos del trabajo diario del brigadista.

También se trabajó sobre mecánicas peligrosas, psicología, emergencias prehospitalarias, e incendios forestales, entre otras. “Cada una de estas disciplinas fue aprendida por nuestros cadetes”, confió a IRE el subjefe del cuartel de Barrancas, Ulises Peiteado.

Y agregó: “Quiero agradecer a cada una de las personas que hizo posible este viaje, tanto en la compra de números y/o donación de dinero, para que los chicos puedan ir y disfrutar de estos tres días de aprendizaje”.

En primera persona: “Por más experiencias como esta”

Ziomara Lombardo es una de las chicas que acompañó a los cadetes, junto con Ulises y Sole Carrasco. Al regreso de la actividad, expresó: “Estoy pensando que vivimos una experiencia maravillosa, pasamos unos días inolvidables”.

También se refirió a la conexión directa con la naturaleza, sin redes sociales ni nada que distraiga a la hora de darle prioridad a las charlas, las risas y los pensamientos positivos. “Nos divertimos jugando y a través del juego aprendimos y reforzamos conocimientos”, dijo.

Y finalizó: “Cada día estoy más segura de esto que me apasiona. Gracias a todos los que hicieron posible este viaje comprando números, colaborando de distintas maneras. Fuimos y representamos muy bien a nuestro pueblo”.

El semillero de la institución

Ulises resaltó la importancia del acompañamiento de los padres de cada cadete, para que todo se pueda llevar a cabo de la mejor manera, como así también el esfuerzo y la dedicación de cada uno de los que forma parte del proyecto.

También destacó el incansable trabajo de sus compañeras, las instructoras Brenda y Soledad, quienes están al frente de la escuela de cadetes. “Ellas se sumaron al proyecto a principio de año para poder abrir la escuela después de dos años de pandemia”, sostuvo.

“Quiero agradecer a los padres y a mis compañeros que trabajaron y ayudaron desde el día uno, ayudando y trabajando para que todo esto se haga realidad para los chicos”, finalizó el subjefe del cuartel.