El conflicto entre los trabajadores de la industria aceitera y sus empleadores llevo a la paralización de diversas actividades en los puertos argentinos, lo que  genero preocupación en los sectores económico y agrario del país. Este lunes, la Secretaría de Trabajo tomó la decisión de dictar la conciliación obligatoria, lo que marca un punto de inflexión en las negociaciones. La medida permitirá la reanudación de la exportación de granos en un plazo de 15 días, mientras se restablecen los canales de diálogo entre las partes.

El comunicado emitido por la cartera laboral detalla que la medida de fuerza llevada a cabo por los aceiteros estaba en curso desde el 6 de agosto y había generado un fuerte impacto en las operaciones de carga y descarga en puertos estratégicos como San Lorenzo, Timbúes, y Bahía Blanca. Con la conciliación obligatoria, se espera que los trabajadores aseguren el normal funcionamiento del sector durante este periodo de negociación.

Desde el gobierno, se instó a ambas partes a mantener una actitud constructiva durante las negociaciones salariales que se llevarán a cabo. “La secretaría exhorta a las partes en conflicto a mantener la mejor predisposición y apertura para negociar los temas sobre los cuales mantienen diferencias y contribuir, de esa manera, a la paz social y a mejorar el marco de las relaciones laborales en el seno de la actividad involucrado”, señala el comunicado

El pedido de conciliación, realizado por la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales, avanza en la dirección de buscar soluciones a un conflicto que, según los empresarios, fue exacerbado por la falta de comunicación y la negativa de los líderes sindicales a permitir el ingreso de trabajadores a las plantas.

En la misma línea, los empresarios enfatizaron que las demandas salariales planteadas por los trabajadores fueron atendidas, destacando que se ofrecieron incrementos salariales que superan la inflación. La industria ofreció un aumento retroactivo del 12% en julio y un 5% para septiembre, lo que ha llevo el aumento salarial total a un 107% anual.

Por otro lado, el paro tuvo un impacto considerable en alrededor de quince terminales portuarias. La interrupción de la actividad portuaria no solo tuvo injerencia en los trabajadores de la industria aceitera, sino que también en la cadena logística y comercial.

La conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo abrió la puerta para la reanudación de actividades en el puerto y permitió la reactivación de las negociaciones entre aceiteros y empresarios.

Comunicado de Ciara